La
nanotribología, el estudio del origen atómico del rozamiento, que los físicos
habían venido ignorando, indica que esa fuerza nace de fuentes inesperadas, la
energía del sonido entre ellas
La
tribología es la ciencia de la fricción, el desgaste y la lubricación en el
contacto entre superficies. A escala macroscópica se cumple la Ley del francés Guillaume de Amontons,
formulada en 1699: la fuerza de fricción entre dos cuerpos es
linealmente proporcional a la carga aplicada e independiente del área de
contacto. Esta ley deja de ser válida en la microescala, pero qué pasa en la
nanoescala (a escala atómica). La mayoría de los nanotribólogos pensaban que
tampoco era cierta. La sorpresa la han dado investigadores de
la Universidad de Wisconsin, en Madison, EEUU, quienes han demostrado mediante
simulaciones por ordenador de dinámica molecular a gran escala que dicha ley también
se cumple en la nanoescala. La fuerza de fricción depende
linealmente del número de átomos que interactúan químicamente en el contacto
entre ambas superficies. Si se define el área de contacto como proporcional a
este número de átomos, la ley de Amontons se cumple con sorprendente exactitud.
Conforme el área de contacto se reduce de la micro escala a la nanoescala se
produce una transición entre una dependencia no lineal a una estrictamente
lineal entre la fuerza de fricción y la carga. El artículo técnico es Yifei Mo,
Kevin T. Turner, Izabela Szlufarska, “Friction laws at the nanoscale,” Nature
457: 1116-1119, 26 February 2009 .
En la figura vemos un ejemplo de las simulaciones
realizadas. Un contacto en forma de punta (redondeada) de carbono amorfo se
desliza por la superficie (plana) de un cristal de diamante. Los átomos dorados
son carbonos (C) y los rojos hidrógeno (H). En ambos materiales estos átomos
están unidos por enlaces covalentes. Los enlaces rosados en la figura central
corresponden a fuerzas repulsivas. El área de contacto “efectiva” (abajo) para
que se cumpla la ley de Amontons se define como la suma del área “efectiva”
(hexágonos grises) de cada átomo activo (círculos rojos) durante el contacto.
La mecánica de los medios continuos se aplica a las
leyes de la fricción a nivel macroscópico gracias al concepto de rugosidad
superficial. La mecánica continua no se puede aplicar en el mundo nanoscópico,
dominado por las interacciones átomo a átomo. Sin embargo, la nueva definición
del concepto de área de contacto “efectiva” o “instantánea” permite seguir
utilizando la teoría de la rugosidad para medios continuos con completo éxito.
Basta utilizar el concepto de “aspereza”, introducido originalmente por Hertz
para modelar el contacto no adhesivo entre dos superficies homogéneas e
isótropas formadas por esferas elásticas.
Más sobre nanotribología en español: “Proyecto TRIBO: La tribología entra en la era nanotecnológica,” Revista
de la investigación europea, N° 39 – Noviembre 2003 . “Esta
disciplina científica y tecnológica (que estudia la resistencia de los
materiales a los frotamientos y al desgaste en cualquier sistema mecánico),
poco conocida por los no especialistas, constituye un canal para la entrada de
las nanotecnologías en la industria.”
Jacqueline Krim, “Rozamiento a escala atómica,”
Investigación y Ciencia: 243 - diciembre 1996 . “La nanotribología, el estudio
del origen atómico del rozamiento, que los físicos habían venido ignorando,
indica que esa fuerza nace de fuentes inesperadas, la energía del sonido entre
ellas. (…) De acuerdo con las estimaciones, si se les prestase mayor atención
al rozamiento y el desgaste los países desarrollados se ahorrarían hasta el 1,6
por ciento de sus productos nacionales brutos, nada menos que 116.000 millones
de dólares en los Estados Unidos, sólo en 1995.”



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